TRADUCE ESTA PAGINA

Visites

Contadores Gratis
Contadores Web
contadores de visitas

divendres, 29 de maig del 2009

Parecemos zombis

PARECEMOS ZOMBIS

Vivimos instalados en la exterioridad, en la corteza, en la cáscara. Nos ocurre a todos, aunque a los políticos y a los curas más que a los demás. Los escuchas un rato y no hablan más que de la fachada de la realidad. Y de la fachada hay que hablar, claro, pero también nos interesa saber cuántas habitaciones tiene esa realidad y cuántos cuartos de baño y el tamaño de la cocina y si está alicatada hasta el techo... La interioridad ha desaparecido y, con ella, se ha esfumado el alma (con perdón). Imaginen una puerta que se abre a un muro de ladrillo. Pues a eso se abren sus discursos, que no permiten ir más allá.

-Oiga, que quiero ir al aseo.

-Este discurso no tiene aseo.

La falta de conductos que permitan viajar al centro de las frases las convierte en frases literales, es decir, en frases muertas. Los políticos y los curas pronuncian todo el tiempo frases muertas. El problema es que esas frases muertas matan todo lo que tocan. Si hablan, no sé, de la industria del automóvil, uno ve un cementerio de automóviles. ¿Qué vas a ver tras esa sucesión de palabras difuntas, de oraciones amortajadas, de sintaxis momificada? El problema es que los usuarios de esas frases acabamos también contagiados por su falta de vida y andamos como zombis.

-Póngame un cuarto de mortadela.

-¿De Bolonia?

-De lo que sea, con tal de que esté muerta.

Estar muerto tiene sus pros y sus contras, que diría mi madre, pero estar muerto en vida es un espanto. El otro día asistí a un debate televisado entre López Aguilar y Mayor Oreja y me parecía que aquello había sucedido hacía un millón de años. No es posible, me dije, y cambié de canal, donde había no sé quién dando un mitin del siglo XIX. Me toqué el cuerpo, me pellizqué, me volví, vi a mi mujer. ¿Estamos vivos?, le pregunté. De milagro, dijo ella. Y entonces comprendí que vivíamos, sí, pero sin interioridad, como si estuviésemos hechos nada más que de cáscara, de corteza, como si fuéramos vainas macizas, compactas, opacas. Hagan ustedes algo, por favor.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada