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divendres, 29 de juliol del 2005

¿Qué le debo?

QUÉ LE DEBO?

¿Cuántas balas entran en una cabeza? Depende del calibre, pero entre siete u ocho. Es lo que cabe deducir de las que metió la policía de Blair en la de ese pobre chico brasileño. Quizá una o dos menos, si tenemos en cuenta que el muchacho estaba en el suelo, inmovilizado, y que se las pudieron introducir de forma ordenada, como el que guarda lapiceros en un plumier. Una bala con la punta hacia arriba y otra con la punta hacia abajo, para aprovechar bien todos los huecos de la caja craneal. Caben más balas que ideas en una cabeza. De hecho, Blair da la impresión de que sólo tiene una: la de que el mundo es un lugar más seguro desde la reunión de las Azores. ¡Qué concepto tiene este hombre de la seguridad!

Hay más balas que ideas, ése es el problema. Si en vez de invadir un país con tanques, provocando la muerte de más de 25.000 civiles, lo hubieran llenado de ideas, quizá no habríamos tenido un 11-M ni un 7-J. Pero es que cuando Aznar, Bush y Blair pusieron sus ideas sobre la mesa, sólo les salió, por más que se rascaron los bolsillos y el encéfalo, la de invadir. Podían haber acudido a un banco de pensamiento, pero acudieron a un arsenal. Tenemos tantas balas que, repartidas entre tantos habitantes, tocan a tantas cada uno. ¿Qué es preferible, atacarlos con una mala idea o con doscientas balas buenas? El caso es que decidieron tapar la falta de pensamiento con metralla y así estamos, en un sinvivir. Y no sólo no muestran arrepentimiento alguno (Rajoy se declaraba hace dos días orgulloso del pleno en el que su partido había votado masivamente la sustitución de las ideas por las balas), sino que continúan empecinados, visto lo visto, en que el mundo está mejor ahora que antes.

Blair justificó a la policía y ofreció una indemnización a los padres de Jean Charles de Menezes, el brasileño muerto. Lo hizo de un modo tan grosero que parecía que estaba preguntando ¿qué le debo? ¿Qué le debo por la muerte de su hijo?, y no se suba usted a la parra, porque era un muchacho de tez oscura, un sospechoso. Si la comparecencia hubiera durado 10 minutos más, habría acabado ofreciendo un anticipo a cuenta, por si tiene hermanos. Hay gente con ideas y gente con balas. El mundo está dirigido por los últimos.

divendres, 22 de juliol del 2005

La coma

LA COMA

La coma El País 22.07.2005

El Banco de Santander está llevando a cabo una campaña de publicidad en la que aparecen las fotografías de hombres o mujeres (supuestos clientes de la entidad), acompañadas de un texto que reza así: "Gracias Isabel por hacernos el mejor del mundo". No sabemos qué controles ha pasado esta campaña, pero está mal escrita. El texto debería decir: "Gracias, Isabel, por hacernos el mejor del mundo". Isabel va entre comas porque se trata de un vocativo. Es posible que el redactor del texto no supiera utilizar las comas, pero también que las haya suprimido por ese rechazo absurdo que el mundo de la publicidad tiene hacia los signos ortográficos. Hace años, también en una campaña de publicidad, Telefónica, que era una empresa esdrújula, devino en Telefonica, una organización llana. Le arrebataron la tilde a una firma que debía todo a las matildes ¿Pero qué tienen ustedes contra los acentos, contra las comas, contra el lenguaje en general?

José Antonio Millán ha publicado un curioso libro, titulado Perdón imposible, en cuyo primer capítulo relata una anécdota demostrativa de cómo el desplazamiento de una coma puede cambiar el sentido de una frase y la trayectoria de una vida. Según la leyenda, le pasaron a Carlos V a la firma una sentencia que decía así: "Perdón imposible, que cumpla su condena". El emperador, que se había levantado generoso, cambió la coma de lugar, dejando el texto de este modo: "Perdón, imposible que cumpla su condena". De este modo, alguien se libró de la cárcel, quizá de la horca.

Todos hemos soñado con algún método para quedarnos con la calderilla de los bancos. Si el Santander me pasara las monedas de un céntimo que al final del día se le quedan entre las uñas, continuaría siendo el mejor banco del mundo y yo sería millonario. No lo hace porque sus directivos conocen mejor que nadie la importancia de los matices. Medio punto arriba o abajo en la cotización puede marcar la diferencia entre un buen y un mal ejercicio. Deberían ser con las comas tan escrupulosos como con los céntimos. Gracias, querido Banco de Santander, por escuchar esta recomendación, aunque tengas que modificar los originales de toda la campaña.

divendres, 15 de juliol del 2005

Ficciones

FICCIONES

Hasta la semana pasada, las mujeres solteras tenían que rellenar una casilla con el nombre del padre al inscribir a su hijo en el Registro Civil. "Pero si mi hijo no tiene padre", protestaban algunas. "No importa, ponga uno cualquiera". Somos hijos de la ficción, del cuento, de las quimeras. Imagino a esos niños de mayores, preguntando a sus madres quién era ese tal Luis que aparece en su DNI. "No es nadie, hijo, había que poner un padre ficticio y dije el primer nombre que se me vino a la cabeza". También hasta hace poco, cuando ibas a divorciarte, tenías que rellenar una casilla donde ponía "culpable". Y no se disolvía el matrimonio a menos que uno de los cónyuges fuera un malvado. Muchas parejas lo echaban a cara o cruz: otra ficción, otra novela que el Estado te obligaba a componer para acceder a un derecho real.

Y todavía hay gente convencida de que la frontera entre la realidad y la ficción está claramente delimitada. Si somos rigurosos, el mayor productor de ficciones es el Estado, que se pasa el día expendiendo certificados rarísimos e inventando cosas que, como el impuesto sobre el valor añadido, no son sino recursos narrativos para vender más. No soy anarquista porque creo que el hombre no puede vivir sin ficciones. Los relatos ordenan el mundo, lo articulan, le dan sentido. El objetivo último de la anarquía no es que no haya jefes, sino que no haya relato. Los anarquistas pretenden hacernos creer que hay vida más allá de la ficción como los curas quieren convencernos de que hay vida más allá de la muerte. Son dos propuestas sugestivas, pero completamente indemostrables.

El hecho de que la culpabilidad ya no sea obligatoria para obtener el divorcio no mejora ni empeora el relato: lo adecua a los tiempos. Me entenderán si les digo que en tan solo una semana han aparecido tres o cuatro libros sobre la felicidad. Una sociedad en la que está de moda la dicha no soporta los argumentos desgraciados. En cuanto a los niños sin padre, ya no les perseguirá un fantasma llamado Luis, o Pedro, que quizá se les aparecía en sueños para reñirles por sacar malas notas. No tendrán, como hasta ahora, un padre imaginario. Aunque, para padres de ficción, los de verdad.

divendres, 8 de juliol del 2005

Diario

DIARIO

Estaba fregando los cacharros de la cena (para cuatro platos no me compensa poner el lavavajillas), cuando salió de entre mis manos una burbuja de Fairy que bailó durante unos segundos ante mis ojos antes de ascender y perderse a mi espalda. Pese a su aparato retórico, dentro de ella no había nada más que aire. Un eructo envuelto en papel de regalo. Al terminar de fregar, mientras me secaba las manos, volví a verla. No había estallado, quizá porque no pesaba tanto como para llegar al suelo ni tan poco como para alcanzar el techo. Había estado bailando entre dos aguas. No pude dejar de vigilarla hasta que estalló. Y aun después continuó flotando dentro de mi cabeza como una melodía escuchada entre sueños.

Ya en la cama, le comenté el suceso a mi marido. Como el pobre idiota está leyendo a Paulo Coelho, dijo que era una señal. Por lo visto, la burbuja había flotado alrededor de mi cabeza para proporcionarme pensamientos positivos mientras fregaba los cacharros. Y no se había autorreventado (así lo dijo, autorreventado) hasta que terminé la faena por algún designio superior. Mi marido no sabe que formo parte de un grupo de lectura que se reúne en la biblioteca pública del barrio y en el que trabajamos con textos de Sartre, de Marcuse, de Kafka, de Musil, incluso de Lenin y de Marx, a quien llamamos Carlos. Leer a Coelho después de haberle hincado el diente a Camus es como comer gulas después de haber comido angulas. Pero él ha comenzado por Coelho y tiene una idea completamente loca del canon occidental.

Mi marido es director de recursos humanos en unos laboratorios farmacéuticos. Predica que la optimización de los recursos humanos es tan importante como la de los recursos energéticos. Habla así, utilizando términos como "optimización". Pero tiene un costado lírico que le hace disfrutar también de las burbujas de Fairy. Por mi parte, soy atea en todos los sentidos, sobre todo después de haberle visto optimizar la plantilla de su empresa, en la que él continúa injustamente desoptimizado. Sería un excelente friegaplatos por su capacidad para encontrar en las pompas de Fairy un significado trascendente. El problema es que nadie lo ha descubierto.

divendres, 1 de juliol del 2005

Alucina

ALUCINA

Trillo no es de los que abandonan el barco. Trillo no ha dejado tirados a sus generales. Trillo no era ministro de Defensa el día de autos. Se lo dijo el mismísimo Aznar: tú no eres responsable de nada del mismo modo que yo no mentí cuando aseguré que había armas de destrucción masiva en Irak o que ETA había sido la autora del 11-M. Quede claro que tampoco Fraga ha perdido en Galicia ni Rajoy se ha dado el cuarto batacazo electoral. Cascos no fue ministro del Prestige ni del AVE, ni se ha casado tres o cuatro veces, ni vociferó contra el divorcio cuando la primera ley. Esa señora que aparece en las fotografías gritando como una energúmena no está insultando a Bono. El PP no se ha beneficiado del terrorismo ni ha roto el Pacto contra las Libertades. Aquilino Polaino no está loco.

Y hablando de otras cosas, el PP no creó, cuando gobernaba, un grupo multimedia al servicio de Aznar. Ese grupo inexistente no fue financiado con dinero público procedente de Telefónica ni era dueño, entre otras empresas, de Onda Cero, Antena 3 o Vía Digital. Ese conglomerado de medios, que no nos costó un ojo de la cara, no se llamó al principio Telefónica Media ni, más tarde, Admira Media. No es cierto que la empresa de publicidad a la que se encargó el cambio de nombre hubiera propuesto, por razones evidentes, el de Alucina Media. No es verdad que ese imperio mediático, quizá el mayor de nuestro panorama, se viniera abajo porque sus directivos fueran unos piernas. Villalonga no fue amigo de Aznar. Villalonga no se hizo millonario. Villalonga no huyó a Miami.

El año pasado no fueron asesinadas en España 50 mujeres por 50 hombres. Tampoco en lo que va de año han muerto otras 30 a manos de sus cónyuges. No era preciso legislar contra la violencia de género porque no hay violencia, ni siquiera género. En cuanto al divorcio, no era complicado ni lento ni caro. No era preciso demostrar la existencia de un culpable. No hacía falta, en fin, una ley nueva. Los homosexuales, por su parte, no estaban discriminados ni satanizados por la Iglesia ni por la derecha de toda la vida. La derecha de toda la vida no existe. Todo ha sido un sueño, un sueño del que afortunadamente comenzamos a despertar. Buenos días, España.