HE VISTO
Ahora que soy mayor, lamento no haber escrito un diario de los hoteles por los que he pasado a lo largo de mi vida (escribo estas líneas desde uno) y de las cosas que he visto desde sus ventanas. He visto, por ejemplo, un cementerio rodeado de edificios altos. He visto agonizar a un anciano en el edificio de enfrente, lo he visto morir. He visto un patio interior oscuro en el que había anidado una golondrina. He visto un callejón con un sex shop al que entraban hombres con la cabeza agachada y las solapas del abrigo subidas. He visto llorar a una adolescente y pelear a una pareja de novios. He visto un domingo por la tarde desolado, con familias paseando de la mano. He visto el mar y he visto la luna. He visto un río por el que pasaban barcazas perezosas que no parecían de verdad. He visto a un perro devorando a un gato. He visto a un mendigo construyendo una casa de cartones. He visto a mi madre pasear conmigo de la mano, porque desde las ventanas de los hoteles se ven muchas alucinaciones. He visto temblar las copas de los árboles por influencia del viento. He visto aviones que despegaban y aterrizaban sin cesar. He visto un mercado con el techo roto. He visto puestos de verduras y de frutos secos. He visto una ciudad entera, a mis pies, he visto sus tejados y sus ventanas pequeñas y las humedades de sus paredes. He visto un edificio de oficinas con sus oficinistas, todos Clips de Famóbil. He visto un campo de fútbol y una plaza de toros, muy desasosegantes los dos. He visto a un policía acariciando su pistola. He visto descampados. He visto vacas (sagradas y profanas). He visto desfiles militares. He visto manifestaciones de estudiantes. He visto una plaza de piedra con una fuente en medio. He visto cúpulas de iglesias que parecían flotar a la puesta del sol. He visto antenas de televisión. He visto cables de la luz. He visto zopilotes y cigüeñas. He visto restaurantes caros y baratos. He visto terrazas de verano. He visto jóvenes y viejos. He visto la selva y el desierto. He visto una muralla. He visto a un hombre tirando de una cabra. He visto un atraco. He visto a dos muchachos transportando un espejo gigantesco en el que se reflejaba la puerta de mi hotel…
Ahora que soy mayor, lamento no haber escrito un diario de los hoteles por los que he pasado a lo largo de mi vida (escribo estas líneas desde uno) y de las cosas que he visto desde sus ventanas. He visto, por ejemplo, un cementerio rodeado de edificios altos. He visto agonizar a un anciano en el edificio de enfrente, lo he visto morir. He visto un patio interior oscuro en el que había anidado una golondrina. He visto un callejón con un sex shop al que entraban hombres con la cabeza agachada y las solapas del abrigo subidas. He visto llorar a una adolescente y pelear a una pareja de novios. He visto un domingo por la tarde desolado, con familias paseando de la mano. He visto el mar y he visto la luna. He visto un río por el que pasaban barcazas perezosas que no parecían de verdad. He visto a un perro devorando a un gato. He visto a un mendigo construyendo una casa de cartones. He visto a mi madre pasear conmigo de la mano, porque desde las ventanas de los hoteles se ven muchas alucinaciones. He visto temblar las copas de los árboles por influencia del viento. He visto aviones que despegaban y aterrizaban sin cesar. He visto un mercado con el techo roto. He visto puestos de verduras y de frutos secos. He visto una ciudad entera, a mis pies, he visto sus tejados y sus ventanas pequeñas y las humedades de sus paredes. He visto un edificio de oficinas con sus oficinistas, todos Clips de Famóbil. He visto un campo de fútbol y una plaza de toros, muy desasosegantes los dos. He visto a un policía acariciando su pistola. He visto descampados. He visto vacas (sagradas y profanas). He visto desfiles militares. He visto manifestaciones de estudiantes. He visto una plaza de piedra con una fuente en medio. He visto cúpulas de iglesias que parecían flotar a la puesta del sol. He visto antenas de televisión. He visto cables de la luz. He visto zopilotes y cigüeñas. He visto restaurantes caros y baratos. He visto terrazas de verano. He visto jóvenes y viejos. He visto la selva y el desierto. He visto una muralla. He visto a un hombre tirando de una cabra. He visto un atraco. He visto a dos muchachos transportando un espejo gigantesco en el que se reflejaba la puerta de mi hotel…
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