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divendres, 26 de desembre del 2008

Para sobrevivir

PARA SOBREVIVIR

Si los marcianos enviaran un espía a la Tierra para que averiguara qué rayos es la Navidad, su informe resultaría delirante. De entrada, lo primero que tendría que decir es que la Navidad es una fecha. Pero si buscara en el diccionario la palabra fecha, su confusión aumentaría (vayan ustedes mismos al diccionario y compruébenlo). De manera, se diría el pobre marciano, que la gente celebra una fecha. Si investigara mucho (pero mucho), descubriría que «la fecha» coincide con el nacimiento, hace más de dos mil años, de un tal Jesucristo, que por lo visto era mitad hombre y mitad Dios. Y si, llevado por una curiosidad extrema, averiguara qué predicaba aquel ser y qué prácticas desarrollamos durante estos días (tan señalados) en su memoria no entendería nada.

Si el marciano lograra incrustarse en una familia (cristiana o no), se asombraría al comprobar que entre los fundamentos teóricos de la Navidad y su concreción práctica, no hay absolutamente ningún punto en común. Mientras por arriba se habla de paz y unidad, por abajo las familias se despellejan entre sí como en ninguna otra época del año. Más aún, se reúnen con personas a las que no ven durante meses, porque se llevan mal con ellas, sin otra finalidad que la de recordar que se llevan mal. En muchas casas, añadiría el informe del marciano espía, se colocan unas instalaciones llamadas belenes, llenas de figuritas humanas y animales rotas. Hay figuras a las que le falta una pierna o un brazo y patos o gallinas a los que les falta la cabeza. En algunos de estos belenes aparece también un señor cagando.

Si un marciano ocupara el cuerpo de un esposo (o de una esposa, o de un hijo, o de un cuñado, da lo mismo), sería descubierto enseguida, pues para comportarse de forma tan contradictoria y vil como los seres humanos en estas fechas tan señaladas no basta con hacer un cursillo de tres días. Hay que haberlo mamado. No obstante, un modo estupendo de sobrevivir a la Navidad consiste en imaginar que uno es un marciano empotrado en una familia española y comportarse como tal. La diversión está asegurada.

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