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diumenge, 20 d’agost del 2006

Condecoraciones

CONDECORACIONES

A Günter Grass le han pedido que devuelva el Nobel y el título de hijo adoptivo de Gdansk. Si por algunos fuera, lo colocarían en posición de firmes, como a los generales deshonrados, y le irían arrancando todas las medallas. He visto esa escena (la de las medallas) en el cine con alguna frecuencia. Cuando la operación acaba, el militar transmite la impresión de haberse quedado sin identidad. Los militares llevan su identidad pegada a la guerrera, con hilvanes. No son los únicos. En más de una ocasión, por una cuestión de temperamento, he imaginado esa escena, pero sustituyendo las medallas por vísceras. Fuera el hígado y el intestino grueso y el píloro y el páncreas y el apéndice. Devuelva usted el duodeno y el corazón y la pleura. Es probable que muchos militares prefirieran devolver sus vísceras a sus condecoraciones.

¿Dónde, pues, reside la identidad? Si a Kafka le quitaras La metamorfosis, El castillo y El proceso se quedaría en nada, lo mismo que si a Flaubert le arrancaras Madame Bovary o La Regenta a Clarín. Si Joyce estuviera vivo y le dieras a elegir entre el estómago y Ulises, entregaría el estómago con gusto, y quizá el brazo derecho. Un hígado lo tiene cualquiera, por favor, pero se cuentan con los dedos de una mano las personas que poseen una Cruz al Mérito Militar o un Nobel. Personalmente no daría un euro por una condecoración militar, pero entregaría la oreja derecha (y la izquierda y varios dedos de las manos y de los pies, además de alguna glándula) por haber escrito El tambor de hojalata. Cada uno tiene sus manías y baja las escaleras como quiere. También daría algún órgano por haber escrito Mediterráneo, la canción de Serrat.

A Grass le han pedido que devuelva el Nobel, pero lo que quieren en realidad es que devuelva El tambor de hojalata. Es más difícil arrancarle una obra a un escritor que una medalla a un militar, porque la obra tiene unas raíces más profundas que la medalla. Pero en el fondo, lo que a la gente le gustaría es que Grass dejara de ser Grass, cosa, como estamos viendo estos días, harto difícil. Suerte.

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