TRADUCE ESTA PAGINA

Visites

Contadores Gratis
Contadores Web
contadores de visitas

divendres, 31 de març del 2006

El miedo y las glándulas

EL MIEDO Y LAS GLÁNDULAS

El cambio de horario provoca miedo. Todas las alteraciones que le atribuyen los médicos son producto del miedo. Suena el despertador de noche y te incorporas con una punzada en el estómago. Algo no es como ayer y cuando algo no es como ayer nos asustamos. La conquista más importante de la cultura es la rutina. El hombre inventó la agricultura para no tener que andar de acá para allá. Queremos amanecer en la misma cama en la que nos hemos acostado y, a ser posible, a la misma hora. Los torturadores saben que no hay tormento más eficaz que el de las alteraciones del sueño. Hay un cuento de terror famoso nucleado en torno a un despertador que suena a las cuatro de la mañana, con independencia de la hora a la que se haya programado. Lo que nos pasa estos días no tiene que ver, en fin, con un problema glandular, sino con un desconcierto mental. Quizá las glándulas se alteren, pero como producto del miedo, no al revés. La gente se pasa el día haciendo cálculos.

-Hoy son las doce de la semana pasada.

-Pero la una de la que viene -responde el compañero pensando en el cambio de horario del otoño.

Cerca de mi casa hay un colegio con cuyos alumnos coincido cuando saco a pasear al perro. Los chicos llevan cara de miedo porque se han despertado a una hora que no era. Los chicos quieren romper los horarios, las reglas del juego, quizá los semáforos, pero a condición de que haya, enfrente, una autoridad que intente impedírselo. En el caso del cambio de horario primaveral es la autoridad la que introduce el desorden. Da miedo que la autoridad no se atenga a lo pactado.

Nos acostumbraremos al cambio, desde luego. De aquí a un par de semanas más, nadie hablará de ello. Pero esta noche, cuando a las nueve sea casi de día, un punto de extrañeza nos encogerá el ánimo. Tengamos el valor de nombrarlo: es miedo. La rotura del tiempo resulta insoportable. Ignoramos cuánta energía eléctrica se ahorra en esta operación (las autoridades no se ponen de acuerdo), pero es seguro que mueren un montón de neuronas. El pánico mata. Hasta el próximo cambio.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada