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divendres, 8 d’agost del 2008

Mordazas

MORDAZAS

Los atletas no podrán hablar de política en Pekín. Es lo que dice la Carta Olímpica, un documento al que no sabemos por qué llaman Carta pudiéndolo llamar Circular. Yo trabajé muchos años en una oficina donde se prohibía en circulares. No había semana sin circular, cuando no era por esto era por lo otro. La carta nos la enviaban en Navidad, la firmaba el director general y no decía más que gilipolleces, con perdón, sobre una fraternidad que las circulares negaban a lo largo del año. El caso es que la Carta Olímpica prohíbe a los atletas efectuar manifestaciones políticas. Lo que no dice es qué les ocurre si las hacen. Pongamos que llega un saltador de pértiga portugués (no se mosqueen, hemos elegido la nacionalidad por la aliteración) y se caga en Guantánamo. ¿Lo meterían en una cárcel china?

El mundo es cada vez más complicado. No he leído la Carta Olímpica, la conozco de oídas, pero me pregunto si se vetan en ella otros temas, la medicina, por ejemplo. ¿Puede un atleta efectuar manifestaciones acerca del páncreas? ¿Detendrían a un velocista nigeriano (valga la redundancia) por alabar la actividad del intestino delgado? Seguramente sí, porque las dictaduras son muy paranoicas y asociarían esa parte del intestino con Tíbet. Yo les aconsejaría que no hablaran de medicina, pues. ¿De qué entonces? De literatura y cine, tampoco, claro, son actividades subversivas desde que el mundo es mundo. Además, traería a la memoria la Revolución Cultural, de Mao, de infausta memoria. El urbanismo, ni mencionarlo, por Tianamen. Queda la cocina, pero desde los ojos de un paranoico no hay nada más sedicioso que un menú. Parecen panfletos en clave.

Así que a jugar y a callar. No es la primera vez que se acude a unos juegos olímpicos con una mordaza en la boca, ni será la última. Personalmente preferiría no haber ido, pero ya que se ha tomado la decisión, yo aconsejaría a los periodistas y a los atletas que fueran todo el rato con la boca amordazada, para que el mundo viera en qué situación trabajan. Si son detenidos e interrogados por los hábiles policía chinos, que digan que la mordaza es una mascarilla, por la polución, es decir, por la mierda.

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