SIN VERGÜENZA
Se le ponía a uno la carne de gallina viendo por la tele a todas esas familias tiradas en el aeropuerto de Barajas. Parece que Díaz Ferrán, el presidente de la CEOE, les había vendido billetes de avión falsos para pasar las navidades en Cuba, en Ecuador, en Colombia, en Argentina... Algunos de los pasajeros estafados llevaban en el aeropuerto 24 horas, intentando calmar a sus bebés mientras corrían de un mostrador a otro en busca de una información que no llegaba. Un hombre que se pasa el día dando doctrina acerca de cómo arreglar un país de más de 40 millones de habitantes, debería ser capaz, pensaba uno, de arreglar una emergencia provocada por él y que apenas afectaba a 1.000 familias. De modo que permanecimos atentos a la pantalla, convencidos de que de un momento a otro aparecería Díaz Ferrán vestido de supermán y socorrería a esos pobres inmigrantes de cuyos ahorros y buena fe se había beneficiado sin escrúpulos.
Pero Díaz Ferrán no se manifestó hasta las 48 horas, y disfrazado de sí mismo, para reprochar a los estafados que hubieran pretendido volar en los aviones de una empresa presidida por él. Menos mal que ahí estaba papá Estado para sacarle las castañas del fuego, como a los banqueros. Quizá el Estado tenga que hacerse cargo también de los salarios que el patrón de patronos adeuda a los empleados de Air Comet. Nosotros nos conformaríamos con no pagar a escote los millones que este empresario ejemplar debe a Caja Madrid y por los que ha sido acusado de engaño. Lo que sí sabemos, en cambio, es que los afiliados a la CEOE continúan confiando en él para que los represente donde sea preciso, tal vez porque en su actitud general se resumen las virtudes de nuestro empresariado. Lógico: ha demostrado que sabe enfrentar la crisis sin blandenguerías. Y sin vergüenza. Toma nota, ZP, así se arregla España.
Se le ponía a uno la carne de gallina viendo por la tele a todas esas familias tiradas en el aeropuerto de Barajas. Parece que Díaz Ferrán, el presidente de la CEOE, les había vendido billetes de avión falsos para pasar las navidades en Cuba, en Ecuador, en Colombia, en Argentina... Algunos de los pasajeros estafados llevaban en el aeropuerto 24 horas, intentando calmar a sus bebés mientras corrían de un mostrador a otro en busca de una información que no llegaba. Un hombre que se pasa el día dando doctrina acerca de cómo arreglar un país de más de 40 millones de habitantes, debería ser capaz, pensaba uno, de arreglar una emergencia provocada por él y que apenas afectaba a 1.000 familias. De modo que permanecimos atentos a la pantalla, convencidos de que de un momento a otro aparecería Díaz Ferrán vestido de supermán y socorrería a esos pobres inmigrantes de cuyos ahorros y buena fe se había beneficiado sin escrúpulos.
Pero Díaz Ferrán no se manifestó hasta las 48 horas, y disfrazado de sí mismo, para reprochar a los estafados que hubieran pretendido volar en los aviones de una empresa presidida por él. Menos mal que ahí estaba papá Estado para sacarle las castañas del fuego, como a los banqueros. Quizá el Estado tenga que hacerse cargo también de los salarios que el patrón de patronos adeuda a los empleados de Air Comet. Nosotros nos conformaríamos con no pagar a escote los millones que este empresario ejemplar debe a Caja Madrid y por los que ha sido acusado de engaño. Lo que sí sabemos, en cambio, es que los afiliados a la CEOE continúan confiando en él para que los represente donde sea preciso, tal vez porque en su actitud general se resumen las virtudes de nuestro empresariado. Lógico: ha demostrado que sabe enfrentar la crisis sin blandenguerías. Y sin vergüenza. Toma nota, ZP, así se arregla España.
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