TRADUCE ESTA PAGINA

Visites

Contadores Gratis
Contadores Web
contadores de visitas

diumenge, 2 de gener del 2011

El mundo está lleno

EL MUNDO ESTÁ LLENO

Visité en el hospital a una amiga que acababa de tener una niña de la que todo el mundo decía que era muy guapa (sus ojos, su boca, sus manitas…). Para no parecer machista, yo señalé que me parecía una niña muy inteligente. Todo el mundo me miró raro. Al salir del hospital, mi mujer me preguntó por qué había dicho aquella tontería. Por no quedar como un machista, dije. Pues has quedado como un idiota, dijo ella. ¿Por qué?, insistí yo. Porque un bebé no puede ser inteligente, ni tonto, ni simpático, un bebé sólo puede ser guapo o feo, pero cuando es feo se dice también que es guapo, por educación.

Yo me acababa de recuperar de una trombosis en la que había perdido parte de la información que poseía sobre el mundo. Recordaba que no estaba bien alabar en exceso la belleza de las mujeres (como si carecieran de otras cualidades), pero ignoraba que eso no contaba para los bebés. Un recién nacido también podía tener seis dedos, pero eso no se consideraba tampoco, sorprendentemente, una virtud. Pensé en ello durante la noche, tras tomarme la pastilla para dormir que no me durmió. Para ser inteligente o tonto, deduje, se requería un poco de biografía, aunque no mucha. Apenas los niños empiezan a ir a la guardería, los profesores comienzan a calificarlos de despiertos o de curiosos o de apáticos… Aprenden a ser lo que serán, quizá lo que les ordenamos que sean.

A las dos de la madrugada, y como la pastilla para el sueño continuaba sin actuar, pensé que me habían recetado un somnífero tonto. Guapo, porque tenía buen aspecto, pero tonto, porque no hacía su trabajo. A un somnífero sólo le pedimos que nos duerma y que no nos atonte demasiado al día siguiente. A un recién nacido sólo le pedimos que sea guapo. Bostecé al tiempo de preguntarme en qué consistía la inteligencia e intenté recordar a las personas más inteligentes que había conocido antes de la trombosis. Todas ellas aprobaban por lo pelos los test utilizados para medir el talento. Y es que hay (aparte del oficial) muchas clases de talento. De hecho, el bebé (guapo o feo) ha de ser muy inteligente para sobrevivir. Pero no hay inteligencia mayor que la de los que parecen listos siendo tontos. Y de esos está lleno el mundo.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada